Los ciclos de sueño se regulan en función de la necesidad de alimentarse, pero, como bien dicen las sabias abuelas "el dormir también engorda".
Para ayudar al bebé a dormir bien se debe crear unas condiciones básicas que aporten seguridad.
- Lo primero que debemos tener en cuenta será adecuar la habitación creando un ambiente ventilado y cercano a los 21ºC (entre los 22ºc y 24ºc durante el día y los 18ºc a 20ºc durante la noche). A la hora de vestir al niño debemos elegir ropa muy cómoda. A veces tendemos a abrigar en exceso al bebé , este suda y tanto calor le hace despertarse.
- Otro factor que le dará seguridad al niño, y en consecuencia le hará dormir mejor, es el crear una rutina en los hábitos previos a dormir: darle un baño junto a un relajante masaje, leer un cuento, ofrecerle un peluche con el que le guste dormir....
Los niños tan pequeños no son capaces de diferenciar entre las siestas y el dormir de noche y le tenemos que ayudar. A la hora de la siesta acostaremos al bebé en la habitación iluminada por luz natural y rodeado del ruido propio de la actividad diurna. Por el contrario, a la noche, acostaremos al bebé a oscuras y en pleno silencio.
Ademas, desde el mundo farmacéutico existen preparados naturales para infusiones, que ayudan a nuestros niños a estar más relajados.
Siguiendo estos consejos nuestro bebé se sentirá seguro, conciliará el sueño con mayor facilidad y tras el despertar nos regalará sonrisas y momentos inolvidables.
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