Su textura suele ser muy ligera y sus efectos dependen de los principios activos que contengan,. Su elección, por lo tanto , va a depender del tipo y necesidades de cada piel.
Todo esto no quier decir que el suero pueda sustituir a la crema si no que ambas son complementarias. El suero actuará sobre las capas más profundas de nuestra piel ( la dermis) mientras que las cremas lo harán en la capa superficial ( la epidermis).
Con 2, 3 gotitas cada mañana y cada noche será suficiente para aportar a nuestra piel los efectos deseados.
Los resultados son visibles de manera muy rápida. Desde la primera aplicación la piel está más hidratada y transcurrida una semana los efectos son muy visibles.
El modo de aplicarlo es aplicar una gota en la frente, otra en mejillas y una última en la barbilla.
Posteriormente se debe extender dichas gotas mediante movimientos circulares y alisantes desde el interior hacia el exterior Hay que recordar que nunca se debe aplicar en el contorno del ojo ya que para esta zona existen formulaciones especiales.
El serum nos ayuda a cuidar la piel desde dentro: hidratar, alisar, iluminar...¡ rejuvenecer desde el interior!.
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